Jamón Guijuelo

Guijuelo se ha convertido en una de las denominaciones de origen del jamón ibérico más cotizadas en el mercado mundial. Sin embargo, en este pequeño pueblo de 5000 habitantes Salamanca, en el que hay casi una marca de jamón en cada calle, no se divisa el ecosistema necesario para la cría del cerdo de bellota. Entonces, ¿por qué esta región es líder el la producción de jamón de bellota de máxima calidad?

Por un lado, hay que hablar sobre la cría del cerdo. Los jamones de Guijuelo proceden de cerdos criados en libertad en dehesas de ensueño situadas a lo largo de la geografía española. Repartidas en Castilla y León, Casilla la Mancha, Andalucía y Extremadura, los cerdos viven en libertad en espacios naturales repletos de encinas y alcornoques que aportan la tan cotizada bellota natural con la que los cerdos se alimentan en los periodos de montanera. Además, los pastos naturales existentes en estos parajes proveen al cerdo de alimento natural y saludable durante todo el año. La amplitud de las dehesas hacen que los ejemplares estén en constante movimiento, ejercitando sus músculos y dando a la carne esa textura que tanto disfrutamos en la boca. Y por último, los cerdos están bajo la tutela de expertos ganaderos que los crían y cuidan con una profesionalidad y un conocimiento con el que consiguen que el ejemplar llegue a la fábrica en las mejores condiciones posibles.

Por otro lado, está la producción, fabricación y curación del jamón. Este punto es el secreto de la calidad del jamón de Guijuelo, y es que todo el proceso de elaboración se lleva a cabo en esta región, situada a 1000 metros sobre el nivel del mar y que tiene unas caracterísicas óptimas para la curación y el envejecimiento de las piezas. Un clima y unas temperaturas que hacen que la maduración sea lenta, hasta que el jamón está listo para ser consumido. 

Y es la conjunción de ambos aspectos lo que hace que los jamones de Guijuelo tengan la calidad que todos conocemos.